
En Frankfurt (Alemania), el euro experimentó el jueves una caída por debajo del umbral de 1,09 dólares tras la publicación de datos que indicaban una inflación subyacente en Estados Unidos superior a la prevista en julio.
Aproximadamente a las 15:00 horas. GMT, el euro cotizaba a 1,0845 dólares, en contraste con los 1,0936 dólares registrados durante las últimas horas de negociación en el mercado de divisas europeo el día anterior.
El Banco Central Europeo (BCE) fijó el tipo de cambio de referencia del euro en 1,0868 dólares.
Excluyendo los componentes de energía y alimentos, el gasto personal real en EE.UU. aumentó un 0,2% en julio en comparación con el mes anterior y exhibió un crecimiento interanual del 4,2%. Estas cifras sugieren una inflación elevada en Estados Unidos, lo que podría requerir mayores aumentos de las tasas de interés y, en consecuencia, conducir a un dólar más fuerte.
Raphael Bostic, presidente del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, comentó que Estados Unidos tiene una política monetaria relativamente estricta. Señaló que si se produce una inflación inesperada, podría justificar aumentos adicionales de las tasas de interés para abordar la situación.
En la zona del euro, la inflación general se mantuvo constante en el 5,3% interanual en agosto, cifra que refleja la de julio. Sin embargo, la inflación subyacente experimentó un descenso de dos décimas, hasta el 5,3%.
Isabel Schnabel, miembro del comité ejecutivo del BCE, habló hoy en una conferencia sobre inflación. Hizo hincapié en la necesidad de una política monetaria adecuadamente estricta en la zona del euro para lograr un objetivo de inflación del 2%. Schnabel indicó que las decisiones políticas se basarán en datos económicos y se tomarán en cada reunión.
Si el BCE determina que las tasas de interés vigentes obstaculizarán la reducción oportuna de la inflación, podrían justificarse nuevas subidas de tipos. Por el contrario, si la inflación sigue una trayectoria descendente, el BCE podría suspender cualquier subida de tipos en septiembre.
Schnabel subrayó la incapacidad del BCE para pronosticar el alcance de los aumentos de las tasas de interés o la duración de sus niveles restrictivos.
Durante este período, el euro mostró un rango de fluctuación entre 1,0841 y 1,0939 dólares.