El Banco Central de República Dominicana (BCRD) anunció ayer que las remesas recibidas en los primeros siete meses de 2023 alcanzaron un total de $5.909,3 millones.

Esto marca un crecimiento del 4,2% en comparación con el mismo período del año anterior. Este aumento se alinea con la proyección de superar los $ 10 mil millones para fines de 2023.

En concreto, durante julio las remesas ascendieron a $889,4 millones, lo que representa un aumento de 5,1% respecto a junio de 2023 y de 10,0% respecto de julio de 2022.

Estas tendencias al alza constantes en las remesas han persistido a lo largo del año, marcando el séptimo mes consecutivo de crecimiento, siguiendo un patrón que comenzó en el último trimestre de 2022.

El BCRD atribuye el crecimiento constante de las remesas al desempeño económico de los Estados Unidos, que es un factor importante que impulsa esta tendencia. En julio, el 82,6% de los flujos de remesas formales se originaron en Estados Unidos, por un monto de $654,8 millones.

En particular, Estados Unidos fue testigo de una disminución marginal del desempleo, del 3,6 % en junio al 3,5 % en julio. Además, el Índice de Gerentes de Compra (PMI) no manufacturero del Institute for Supply Management (ISM) mantuvo un valor de 52,7 en julio, lo que indica una expansión sostenida en el sector de servicios, que emplea a una parte importante de la diáspora dominicana.

El BCRD también destacó las remesas recibidas de otros países en julio, como España, que aportó $53,9 millones (6,8% del total), lo que la convierte en la segunda fuente de remesas de la diáspora. Otros países contribuyentes incluyen Haití e Italia, cada uno representando el 0,9% de los flujos totales.

En cuanto a la distribución, el Distrito Nacional recibió el 36,0% de las remesas en julio, seguido de las provincias de Santiago y Santo Domingo con el 13,4% y el 8,8%, respectivamente. Estas cifras indican que más de la mitad (58,2%) de las remesas se concentran en las áreas metropolitanas del país.

La perspectiva del BCRD para 2023 prevé la continuación de importantes flujos de remesas, junto con exportaciones, ingresos por turismo e inversión extranjera directa. Estas entradas de divisas desempeñarán un papel en el mantenimiento de la estabilidad del tipo de cambio. El peso dominicano se apreció un 0,02% al cierre de julio respecto al cierre de 2022.

Este flujo constante de ingresos externos ha permitido al país mantener robustas reservas internacionales, las cuales superaron los $15.400 millones a fines de julio. Este monto equivale al 12,6% del PIB y aproximadamente 5,7 meses de importaciones, superando los umbrales recomendados por organismos internacionales.

El Banco Central se mantiene atento al panorama internacional y se compromete a tomar las medidas necesarias para mitigar el impacto de los desafíos globales en la economía dominicana. Este compromiso tiene como objetivo garantizar la estabilidad en los precios y tipos de cambio.

En general, el informe destaca el impacto positivo de las remesas enviadas desde el extranjero en la economía de la República Dominicana. Un sólido desempeño económico en los EE. UU. y las contribuciones de varios países han impulsado el crecimiento de las remesas, beneficiando tanto a los destinatarios como a la estabilidad económica general del país. La diversificación de las fuentes de remesas, incluyendo España y otros, enfatiza la importancia de las transferencias internacionales como un elemento crucial de la economía local.