La duquesa de Sussex, Meghan Markle, se ha enfrentado a la impopularidad pública, pero los recientes insultos y comentarios racistas dirigidos a ella y a su familia por parte de sus ex guardaespaldas se han considerado excesivos.

Los guardias de seguridad, encargados de proteger a la familia real, intercambiaron mensajes ofensivos a través de WhatsApp, incluidos insultos racistas contra Meghan, el príncipe Harry, el príncipe William, la princesa Kate y la fallecida reina Isabel II.

Los procedimientos legales contra los acusados comenzaron el 7 de septiembre, y algunos admitieron haber enviado estos crudos mensajes. Su castigo está pendiente. Meghan y Harry asistieron juntos a un concierto de Beyoncé, acompañados por la madre de Meghan, Doria Ragland.