Un nuevo informe de la ONU, basado en datos de 126 países, revela que la degradación de la tierra está avanzando rápidamente, y cada año se pierden al menos 100 millones de hectáreas de tierra sana. Esta degradación de la tierra es especialmente pronunciada en África, Asia y América Latina. Entre 2015 y 2019, el mundo perdió el equivalente a al menos 100 millones de hectáreas de tierra sana y productiva cada año, el doble del tamaño de Groenlandia.

«Estas estadísticas subrayan la necesidad de actuar con urgencia, dado que la creciente degradación de tierras sigue desestabilizando mercados, comunidades y ecosistemas de todo el mundo», agregan los autores del informe.

El informe indica que Asia oriental y central, así como América Latina y el Caribe, están experimentando la degradación de tierras más grave, que afecta al menos al 20 por ciento de su superficie total. África subsahariana, Asia occidental y meridional, y América Latina y el Caribe también superan el promedio mundial en términos de degradación de la tierra.

A pesar de estas preocupantes tendencias, hay ejemplos de países que abordan eficazmente la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía. Por ejemplo, Botswana redujo la proporción de tierras degradadas del 36 por ciento al 17 por ciento de su territorio, y la República Dominicana redujo las tierras degradadas del 49 por ciento al 31 por ciento entre 2015 y 2019. Uzbekistán, si bien inicialmente tenía la proporción más alta de tierras degradadas en Asia Central también experimentó la mayor disminución.

El informe destaca que el lanzamiento del Panel de la CLD llega en un momento crítico, cuando líderes y expertos mundiales se reunirán en Uzbekistán para discutir el progreso hacia la neutralidad de la degradación de la tierra y abordar cuestiones relacionadas, como mejorar la resiliencia a la sequía, promover los derechos de las mujeres a la tierra y combatir tormentas de arena y polvo. El Secretario Ejecutivo de la CLD, Ibrahim Thiaw, destacó la importante pérdida de tierras saludables en todo el mundo y los esfuerzos alentadores de algunos países para combatir estos desafíos.