En una medida histórica, el Congreso de Estados Unidos destituyó al presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, lo que marcó la primera vez que ocurre un evento de este tipo en la historia de Estados Unidos. Este juicio político fue impulsado por una facción de republicanos rebeldes dentro de su partido que no estaban de acuerdo con un acuerdo de compromiso sobre la financiación gubernamental de emergencia. McCarthy, tras dimitir, anunció poco después que no buscaría la reelección.

La Casa Blanca ha instado a un rápido reemplazo del puesto vacante de presidente, pero los republicanos planean votar sobre un nuevo líder la próxima semana, lo que genera incertidumbre. En la votación de juicio político 216 legisladores estuvieron a favor, incluidos ocho republicanos y 210 republicanos en contra. Habían surgido algunas especulaciones sobre la posibilidad de que los demócratas ayudaran a McCarthy a conseguir concesiones políticas, pero esto no se materializó.

El proceso de impeachment fue tenso, los parlamentarios expresaron abiertamente sus posiciones y Patrick McHenry asumió el papel de portavoz en funciones. El alcance de sus poderes no está claro, ya que las reglas no especifican cuánto tiempo puede servir un presidente en funciones ni cuándo deben celebrarse nuevas elecciones.

El juicio político fue propuesto por el representante Matt Gaetz, líder de la facción Trump en la Cámara, quien acusó a McCarthy de trabajar con los demócratas. Sus diferencias de larga data se intensificaron cuando McCarthy, con apoyo demócrata, evitó un cierre del gobierno, aunque esto llevó a la exclusión de ayuda adicional a Ucrania del proyecto de ley de financiación de emergencia. A pesar de esto, Gaetz no expresó ninguna intención de postularse para presidente y mencionó a Steve Scalise como un candidato potencial, aunque Scalise había apoyado anteriormente a McCarthy y actualmente está recibiendo tratamiento para la enfermedad de Kahler.