Una fuerte presencia militar protege la frontera norte entre República Dominicana y Haití después de que el gobierno dominicano decidiera abrir parcialmente el comercio. Sin embargo, la ausencia de comerciantes haitianos, que se niegan a abrir su lado de la frontera, está obstaculizando la reapertura.

Las autoridades haitianas han advertido que no están de acuerdo con la apertura parcial de la frontera. La intención del gobierno dominicano era permitir a los comerciantes acceder a sus puestos y reponer mercancías, pero este plan se ha visto frustrado ya que el lado haitiano permanece cerrado.

Elio Uceta, gerente provincial de la Dirección General de Migración en Dajabón, enfatizó que la apertura tiene que ver con el comercio más que con la inmigración. Se había producido coordinación con las autoridades haitianas, pero éstas cambiaron abruptamente de postura y se negaron a cooperar.

Para facilitar el control, se instaló una carpa con equipo biométrico del lado dominicano, donde se registrarían los haitianos. Sin embargo, el cierre del lado haitiano está impidiendo la reanudación del comercio fronterizo. Además, ha habido denuncias de padres que visten uniformes escolares dominicanos, quienes afirman que las autoridades les impiden llevar a sus hijos a la escuela en la zona fronteriza.