Los vecinos de Pantoja expresan su profunda preocupación por la situación aterradora que se vive en su comunidad. Según lo informado, aproximadamente 12 individuos en seis motocicletas transitaron por la carretera La Isabela en horas de la mañana, incurriendo en robos desenfrenados y tiroteos indiscriminados contra los vecinos.
Un testigo compartió su relato, afirmando que los delincuentes comenzaron a infundir miedo apenas llegaron cerca de la sucursal de Banreservas, ubicada en la entrada del sector. A partir de ahí, comenzaron a disparar contra cualquiera que estuviera cerca simplemente para incitar a la violencia.
Los residentes describen el momento en que estos motociclistas iniciaron su ola de crímenes como horrible. Mencionan un incidente donde el dueño de la tienda de electrodomésticos L & R Comercial fue baleado frente al establecimiento. Mientras se desarrollaba el robo, dos vecinos llegaron al lugar. Al presenciar que el propietario estaba siendo retenido a punta de pistola, intentaron huir pero les dispararon, lo que resultó en que uno de ellos resultara herido en la pierna.
Otro individuo cuenta que escapó por poco de recibir un disparo al buscar refugio en una casa cercana.
Un vecino informó a medios locales que los delincuentes, luego de cometer estos hechos de violencia, atacaron la cafetería “Las Hermanas”. El dueño de la cafetería, Justo Germán García, de 69 años, recibió un disparo en la espalda cuando inauguraba el negocio. Posteriormente fue llevado al hospital pero lamentablemente falleció dos días después, dejando huérfanos a sus seis hijos de él, según su esposa de él, Digna Emeris San Martín.
En respuesta a estos hechos de violencia, los vecinos de Pantoja han salido a las calles en protestas pacíficas, exigiendo justicia y expresando su frustración por vivir en un estado de terror sin la protección adecuada de las autoridades.
Están pidiendo a la policía que publique los videos que capturan los eventos de ese fatídico día para el público, con la esperanza de que todo el país pueda presenciar la gravedad de lo ocurrido.