Antes del 26 de julio, la instancia bicameral anunció seis proyectos legislativos a tratar. Sin embargo, a solo cuatro días de la legislatura ordinaria, ninguna de estas iniciativas prioritarias se ha convertido en ley. Los proyectos incluyen la reforma del Código Penal, una ley para la promoción y competitividad de la aviación civil, una ley para la función pública, reformas al Código Civil, reglamento de Contrataciones Públicas y el establecimiento de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa.

El proyecto destinado a crear un régimen de incentivos fiscales para la aviación civil comercial nacional tiene buenas posibilidades de ser aprobado antes del cierre de la legislatura, ya que se encuentra pendiente de aprobación en la Cámara de Diputados. Asimismo, la iniciativa para la creación de la Jurisdicción Contencioso Administrativa ha sido aprobada en el Senado y espera su ratificación en la Cámara de Diputados.

Sin embargo, es poco probable que otros proyectos, como la reforma del Código Penal, sean sancionados antes de la fecha límite. El proyecto de ley de función pública, el proyecto de ley del Código Civil y el proyecto de ley general de contratación pública también enfrentan incertidumbre por falta de tiempo.

Varios otros temas importantes, incluida la ley de aguas y la reforma del Seguro Social, seguirán pendientes y pueden abordarse en períodos legislativos futuros.

Además de las seis leyes mencionadas anteriormente, existen varios otros proyectos de ley exigidos por los países que siguen sin resolverse y pendientes en el Congreso. Uno de ellos es la ley de aguas, que lleva más de 25 años esperando el consenso entre senadores y diputados.

Actualmente, existen tres iniciativas que apuntan a atender el vacío legal en materia de agua en República Dominicana: el proyecto de ley de agua y el proyecto de ley de agua potable y saneamiento (propuesto por el diputado reformista Máximo Castro Silverio), y el proyecto de ley de agua de República Dominicana (propuesto por el senador peledeísta Valentín Medrano). Las dos últimas propuestas vencerán el 26 de julio.

Otra pieza fundamental de legislación demandada por la sociedad es el proyecto de reforma a la Ley 87-01, de 9 de mayo de 2001, que establece el Sistema Dominicano de Seguridad Social. A pesar de los esfuerzos para aprobar esta reforma durante la presente legislatura, ha enfrentado desafíos. El presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, aclaró que el documento legislativo no es un proyecto de ley en el sentido convencional, sino un estudio sobre la ley, lo que generó críticas de varios sectores.

Entre la legislación esperada por los dominicanos está el proyecto de ley que reorganiza el sector de hidrocarburos en el país. El gobierno se había comprometido con este proyecto de ley a regular la metodología de fijación de precios, la eficiencia de costos y las herramientas para mitigar los aumentos de precios internacionales, entre otros aspectos. Sin embargo, el proyecto de ley expiró el año pasado y se volvió a presentar en febrero de este año con pocos avances.

Asimismo, el proyecto de ley orgánica sobre referendos consultivos y referendos constitucionales para su aprobación (ley complementaria a la reforma constitucional de 2010) corre el riesgo de no ser aprobado para la noche del miércoles.

El martes 25 de julio, durante la sesión programada, Alfredo Pacheco informó que se tratarán ciertos proyectos de ley que vencen al final de la legislatura.

Aparte de estos proyectos de ley, la Cámara Baja tiene pendientes dos informes de juicio político que han sido discutidos reiteradamente en sesiones consecutivas sin ser presentados al Pleno. Uno de estos informes se refiere a la investigación de presuntas faltas graves de los miembros de la Cámara de Cuentas en el ejercicio de sus funciones. El otro informe se refiere a la consideración del Consejo Disciplinario de una comunicación del PRM, sugiriendo el inicio de un proceso disciplinario contra el diputado Miguel Gutiérrez, quien actualmente se encuentra preso en Estados Unidos por cargos de narcotráfico. Ambos informes son sensibles al tiempo.

Curiosamente, el Código Penal vigente, que fue promulgado en 1884, ha estado circulando en el Congreso durante más de dos décadas, permaneciendo sin resolver durante este tiempo.