En las Sesiones Científicas de Ciencias Cardiovasculares Básicas de la Asociación Estadounidense del Corazón en Boston, investigadores de la Universidad Juntendo en Tokio, Japón, presentaron los hallazgos preliminares de su trabajo en curso con una vacuna dirigida a las células. La vacuna tiene como objetivo abordar las células cerebrales inflamadas asociadas con la enfermedad de Alzheimer, con la esperanza de que pueda prevenir o modificar el curso de la enfermedad.
En investigaciones anteriores, el mismo equipo desarrolló una vacuna senolítica diseñada para eliminar las células senescentes que expresan la glicoproteína asociada con los cambios entre los elementos del sistema a lo largo del tiempo (SAGP). Esta vacuna había mostrado resultados prometedores en la mitigación de varias enfermedades relacionadas con la edad, incluida la aterosclerosis y la diabetes tipo 2 en ratones. Otro estudio también indicó que las SAGP se expresan en gran medida en las células gliales de personas con enfermedad de Alzheimer.
Sobre la base de estos hallazgos, los investigadores realizaron experimentos con la vacuna SAGP en ratones, dirigidos a las células que sobreexpresan SAGP para tratar potencialmente la enfermedad de Alzheimer. El estudio fue presentado en la reunión de expertos de la American Heart Association, que tuvo lugar del 31 de julio al 3 de agosto, y se centró en compartir los últimos avances y descubrimientos en la ciencia cardiovascular.
La enfermedad de Alzheimer representa una parte significativa de los casos de demencia en todo el mundo (entre el 50 % y el 70 %), lo que la convierte en un problema de salud apremiante. El autor principal del estudio, Chieh-Lun Hsiao, becario postdoctoral en la Facultad de Medicina de la Universidad de Juntendo en Tokio, enfatizó que el éxito de la vacuna en los estudios con ratones sugiere una vía potencial para prevenir o modificar la enfermedad. Sin embargo, el desafío radica en lograr resultados similares en sujetos humanos.
Para su última investigación, el equipo creó un modelo de ratón de la enfermedad de Alzheimer que imita de cerca la patología del cerebro humano inducida por la beta amiloide. Los ratones se trataron con una alternativa de control y la vacuna SAGP a los dos y cuatro meses de edad para evaluar la eficacia de la vacuna.
En la etapa avanzada de la enfermedad de Alzheimer, las personas a menudo experimentan una falta de ansiedad, lo que resulta en una menor conciencia de su entorno. Si la vacuna SAGP tiene éxito en humanos, podría retrasar significativamente la progresión de la enfermedad o incluso prevenirla por completo. Sin embargo, se requieren más investigaciones y pruebas antes de que pueda aplicarse a pacientes humanos.
Los ratones vacunados mostraron una ansiedad reducida, lo que indica una mejora potencial en su salud, junto con una disminución de varios biomarcadores inflamatorios asociados con la enfermedad de Alzheimer. La vacuna SAGP fue particularmente eficaz para reducir los depósitos de amiloide en el tejido cerebral responsable del procesamiento del lenguaje, la atención y la resolución de problemas.
El análisis reveló que la vacuna provocó una reducción en el tamaño de las células de los astrocitos, un tipo de célula glial en el cerebro conocida por funciones inflamatorias específicas. También se redujeron otros biomarcadores inflamatorios, lo que sugiere una mejora general en la inflamación cerebral debido a la vacuna SAGP.
En una prueba de comportamiento que utilizó un dispositivo similar a un laberinto, los ratones vacunados con SAGP mostraron respuestas significativamente mejores a su entorno en comparación con los que recibieron un placebo. Los ratones vacunados con SAGP exhibieron un comportamiento más similar al de los ratones sanos, mostrando una mayor conciencia de su entorno.
Los investigadores también descubrieron que la proteína SAGP está estrechamente relacionada con células cerebrales especializadas llamadas microglía, que desempeñan un papel en la defensa inmunitaria del sistema nervioso central. La microglía ayuda a eliminar la placa dañina hecha de proteínas, pero también puede desencadenar la inflamación del cerebro, lo que provoca daño neuronal y exacerba el deterioro cognitivo, una posible causa del desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la acumulación de péptidos beta amiloides, que forman placas entre las neuronas y alteran la función celular. Los problemas vasculares pueden conducir a una barrera hematoencefálica comprometida, impidiendo el acceso de la glucosa al cerebro y dificultando la eliminación de beta-amiloide y proteínas tóxicas, lo que resulta en una inflamación crónica y la progresión de la enfermedad de Alzheimer.
El aspecto único del presente estudio es que la vacuna SAGP no solo redujo los depósitos de placa amiloide y los factores inflamatorios, sino que también influyó positivamente en el comportamiento de los ratones vacunados.
Los investigadores notaron que dirigirse a la microglía, que tiene altos niveles de la proteína SAGP, podría ser esencial en el tratamiento del Alzheimer. Eliminar la microglía activada a través de una vacuna podría controlar la inflamación cerebral y potencialmente revertir los déficits de comportamiento observados en la enfermedad de Alzheimer.