Los hospitales públicos, que sirven como la primera opción de atención médica para las personas de bajos recursos, están experimentando importantes interrupciones en los servicios debido a las huelgas organizadas por la Asociación Médica Dominicana (CMD) y las Sociedades Médicas Especializadas.
Hospitales como el Salvador B. Gautier y la Maternidad Santo Socorro han contado con un amplio apoyo de sus médicos en la actual ronda de consultas y suspensión de procedimientos electivos, que concluirá a la medianoche de este viernes. A pesar del apoyo de los médicos, esto ha resultado en molestias considerables para cientos de pacientes.
Una paciente, Ivana García, no pudo consultar con un cardiólogo, a pesar de que había programado una cita dos meses antes. García expresó su frustración y señaló que buscó asistencia médica porque realmente la necesitaba. Su cita fue reprogramada para octubre, lo que la ha llevado a considerar buscar atención en un hospital privado, a pesar de que carece de los recursos necesarios.
Otro ejemplo es Rosaura Zarzuela, cuyo hijo de 10 años, positivo a dengue, no pudo ser atendido por el pediatra. Instó a los profesionales médicos a volver a la mesa de negociaciones para encontrar una solución.
Josefina Pérez, a la espera de consultas con un endocrinólogo y un nutricionista, enfatizó la importancia de mantener los servicios de salud para los pacientes vulnerables.
Si bien los pacientes críticos y las emergencias continuaron recibiendo atención en estos hospitales, algunas personas, como Bertha Selmo, expresaron su frustración contra la huelga de médicos. Selmo también pidió que se reanuden las conversaciones con las autoridades para aliviar el sufrimiento de los pacientes.
En clínicas como Abel González y Cruz Jiminian en el Distrito Nacional, algunos médicos continuaron brindando atención médica, aunque cobrando tarifas que oscilaban entre 1.000 y 2.500 pesos por consultas.
El doctor Senén Caba, presidente del Colegio Médico Dominicano, reiteró la necesidad de la intervención del presidente Luis Abinader para solucionar el conflicto. Las reuniones anteriores encabezadas por la vicepresidenta Raquel Peña, el ministro de Trabajo Luis Miguel De Camps y otros funcionarios no lograron un consenso entre las partes involucradas.