Santo Domingo, 9 ago (EFE).- Mientras luchan contra el cáncer de mama, las necesidades de las mujeres van más allá del tratamiento médico. El apoyo emocional y familiar es crucial, y encontrar solidaridad entre otros pacientes que enfrentan los mismos desafíos ofrece consuelo y una fuente adicional de fortaleza.

Norka Díaz, presidenta de la ONG dominicana Mujeres Solidarias, lo sabe muy bien. Además de liderar la organización que ayuda a pacientes económicamente desfavorecidas con cáncer de mama, se ha enfrentado personalmente a este diagnóstico en tres ocasiones.

APOYO MUTUO

En una entrevista con la Agencia EFE en el marco del II Foro Mujer: Cáncer y Sociedad, fruto de la colaboración de la ONG y los laboratorios Roche, Díaz destacó que su organización proporciona ayuda económica para tratamientos, actividades lúdicas y educativas, y ayuda psicológica a pacientes y sus familias. Además, fomentan el apoyo mutuo a través de la plataforma de chat Mujeres Solidarias.

Según Díaz, esta herramienta se ha transformado en un espacio de camaradería y desahogo para los pacientes, brindándoles un activo intangible pero invaluable en su lucha contra la enfermedad.

“(Allí encuentran) esa guía, esa mano, esa comprensión de alguien que ha pasado por lo que ellos están pasando, y se mantienen unidos. Es muy conmovedor”, remarcó.

“Hemos visto pacientes que dicen ‘mañana tengo quimioterapia y no hay quien me acompañe’ y otros pacientes en tratamiento se ofrecen para estar ahí (…) Esa es la red de apoyo que buscábamos, la solidaridad entre ellos, y ha demostrado ser altamente efectivo», agregó.

Mujeres Solidarias también opera un programa de patrocinio donde los miembros apoyan a los pacientes en tratamiento. Algunas mujeres se encuentran aisladas después del diagnóstico, encontrando malentendidos en su entorno inmediato y en sus lugares de trabajo. Las actividades organizadas de la asociación sirven como vía para combatir la enfermedad y el escapismo.

Díaz mencionó varias discusiones y «actividades dinámicas» que ayudan a desviar la atención de los pacientes de sus luchas. Estas actividades brindan espacios de esparcimiento, ejercicio y adquisición de conocimientos a través de talleres, lo que ha permitido que «muchos de ellos obtengan una fuente de ingresos», destacó.

Además, la asistencia psicológica es imprescindible. Para ello, la ONG dominicana cuenta con un equipo de “profesionales de la salud que voluntariamente prestan sus servicios a la asociación”.

«Lo defendemos mucho con los pacientes. Muchos de ellos incluso extienden esta terapia a sus familiares», observó.

Díaz resaltó la importancia de priorizar esta iniciativa, particularmente para desmantelar el estigma, ya que la sociedad dominicana aún vincula la búsqueda de ayuda psicológica con la “inestabilidad mental”.

Reflexionando sobre su propia experiencia con la enfermedad, reconoció que enfrentarse a un diagnóstico de cáncer de mama es «agotador».

Habiendo enfrentado personalmente el cáncer de mama tres veces, primero en 2003, luego en 2021, y más recientemente completando un régimen de quimioterapia para un tercer tumor en mayo, Díaz subrayó que su supervivencia se atribuye a la detección temprana y exámenes regulares.

DETECCIÓN TEMPRANA, UNA CUESTIÓN SIN RESOLVER

Sin embargo, la detección temprana del cáncer de mama sigue siendo un desafío en la República Dominicana, lo que afecta significativamente las tasas de supervivencia, ya que aproximadamente el 60 % de los pacientes diagnosticados se encuentran en etapas avanzadas.

Los datos del Observatorio Mundial del Cáncer para 2020 indican 3.412 casos nuevos y 1.577 muertes por cáncer de mama en la nación caribeña. Las proyecciones sugieren que la cifra superará los 5.000 casos nuevos para 2040.

La falta de concientización y de prácticas preventivas impide que muchas mujeres, particularmente aquellas con recursos limitados, busquen exámenes de detección. Para incentivar tales medidas, Mujeres Solidarias realiza charlas de sensibilización en zonas vulnerables a través de grupos religiosos y asociaciones comunitarias.

Díaz explicó que “los cánceres detectados a tiempo tienen mejor pronóstico, lo que significa también tratamientos más rentables”, tanto para el estado como para los pacientes.

No obstante, el cáncer sigue siendo «una enfermedad financieramente agobiante para las familias» y muchas mujeres no pueden permitírselo. Este es otro aspecto que Mujeres Solidarias se esfuerza por abordar.

«Hacemos esfuerzos continuos para aumentar los fondos para ayudar a más mujeres (con los costos del tratamiento)», señaló Díaz, y también destacó los casos en que los pacientes carecen de cobertura de seguro subsidiado.

En este sentido, recordó la trascendencia del apoyo que la ONG viene recibiendo por parte del Gobierno desde 2019, tras años de persistente esfuerzo por conseguirlo.

Hablando sobre el sector privado, Díaz afirmó que la colaboración está en marcha y la mentalidad está evolucionando. Sin embargo, opinó que se requiere un respaldo más sustancial del ámbito corporativo, que se extienda más allá del mes de octubre, que está dedicado a la concientización sobre el cáncer de mama. Esta enfermedad no debe estar simbolizada simplemente por un evento anual o una cinta rosa. EFE.