
Una encuesta reciente realizada por la agencia STEM para CNN Prima NEWS indica que más de la mitad de la población checa no está satisfecha con el rumbo que toma la República Checa. El ministro de Asuntos Europeos, Martin Dvořák, miembro del movimiento STAN liderado por el partido de Terezia Tománková, subrayó que la encuesta no debe interpretarse necesariamente como una falta de confianza o un descontento con el gobierno. Sugirió que todo el panorama político parece estar estancado, con una sociedad cada vez más dividida y enojada.
Según la encuesta, la mayoría de la población cree que el país va en la dirección equivocada, sólo el 15% piensa que va en la dirección correcta y el resto siente que no avanza en absoluto. Sin embargo, hay unas perspectivas ligeramente más positivas para los próximos 12 meses en comparación con la evaluación actual: hasta el 40% de las personas expresan optimismo sobre el próximo año.
El ministro Dvořák señaló que las cifras de la encuesta no necesariamente reflejan desconfianza en el gobierno. Señaló que la gente espera mejoras y sugirió que la retórica divisiva, los insultos y la mala educación en el discurso público contribuyen a las divisiones y la ira social. Observó que el diálogo constructivo ha sido reemplazado por etiquetas, maldiciones e insultos, lo que le preocupa.
El debate también abordó el comportamiento de los políticos y el clima político en el país. Radek Vondráček, presidente de la comisión parlamentaria constitucional y jurídica, rechazó que los resultados de la encuesta se debieran a un animal de peluche y subrayó que la situación política en el país ha llegado a un punto de congelación. Señaló que en la Cámara de Diputados prevalecen los largos discursos, los ataques personales y la falta de diálogo razonable y constructivo.
En general, la encuesta destaca una sensación de descontento y división en la sociedad checa, con un deseo de un discurso político más constructivo y respetuoso.