Informes recientes en la República Checa han mencionado el nombre del gángster Radovan Krejčíř. Según los medios, sus asociados se preparan para su regreso a finales de este año. Sin embargo, MF DNES ha descubierto que esto no está planeado, ya que la parte sudafricana niega esta información y, según el Ministerio de Justicia local, los juicios continúan. Ni siquiera las autoridades checas conocen la decisión.
«El Sr. Krejčíř todavía está siendo juzgado en la República de Sudáfrica por muchos asuntos, por lo que el proceso de extradición aún no está en marcha», dijo Chrispin Phiri, portavoz del Ministerio de Justicia de Sudáfrica, a MF DNES.
A principios de abril, el servidor Neovlivní.cz informó que la liberación del gángster checo era inminente. Según la información del servidor, la gente de su círculo se estaba preparando para el regreso de Krejčíř y se suponía que destinarían hasta 100 millones de coronas para este propósito. «Básicamente, lo toman como un trato hecho, contando con el hecho de que estará en casa este año», confirmó una fuente anónima de la comunidad de seguridad a Neovlivní.cz.
Al mismo tiempo, se suponía que se llevarían a cabo negociaciones informales para su liberación. Se suponía que el regreso tendría lugar a fines de este año, pero se esperaba el veredicto oficial de las autoridades sudafricanas. Sin embargo, ni siquiera el conjunto checo sabe que el asunto está decidido.
Vladimír Řepka, el portavoz del Ministerio de Justicia checo, afirmó que las autoridades sudafricanas son las encargadas de tomar cualquier acción adicional en relación al caso de Krejčiř. Hasta la fecha, el Ministerio de Justicia checo no ha recibido ninguna información de las autoridades sudafricanas sobre si se ha tomado una decisión sobre la solicitud de extradición de Krejčiř y cuál es esa decisión. Krejčiř escapó a Sudáfrica hace casi dieciocho años durante su arresto y siguió realizando actividades ilegales desde entonces.
El Ministerio de Justicia checo ha solicitado su extradición varias veces en relación a procesos penales en la República Checa, y Krejčiř fue condenado a quince años de prisión por el Tribunal Municipal de Praga en 2015. En 2016, un tribunal sudafricano lo sentenció a 35 años de prisión por secuestro, intento de homicidio y tráfico de drogas, y aunque Krejčiř anunció que apelaría el veredicto, su apelación fue rechazada. En la actualidad, Krejčiř está cumpliendo su condena en prisión, donde tiene permitido estudiar, hacer ejercicio y recibir visitas.