Ginebra. Más de 98,000 unidades residenciales en Gaza, que representan aproximadamente el 2 % del total en la franja palestina, han sido destruidas o han sufrido daños en la actual ofensiva israelí contra Hamás.

Sólo en la noche del 17 al 18 de octubre fue destruido un edificio residencial en Al Bureij (Gaza central), donde murieron 25 persona, y otros varios corrieron la misma suerte en Jabalia (norte de la franja), donde hubo 37 muertes, destacó Naciones Unidas.

La coordinadora humanitaria también contabiliza, usando datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 59 ataques a instalaciones sanitarias, con 491 muertos (incluidos 471 en el hospital de Al Ahli, alcanzado por un misil el martes).

A ellos hay que sumar unas 1,300 personas muertas y 4,562 heridas en Israel (casi todas en los ataques terroristas del 7 de octubre) y 64 fallecidos (18 de ellos niños) y 1,284 heridos en Cisjordania, a manos de fuerzas israelíes o en enfrentamientos con colonos. Las órdenes para que los gazatíes del norte se trasladen al sur de la franja por parte de Israel han causado más de un millón de desplazados, de los que unos 513,000 se alojan en instalaciones de la UNRWA.

Unas 3,000 toneladas de ayuda humanitaria permanecen a la espera de que se permita la entrada a las organizaciones humanitarias a través del paso de Rafah, en la frontera de Gaza con Egipto.

Desescalar la guerra

El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió dos “acciones humanitarias inmediatas” para desescalar la guerra en la Franja de Gaza: que Hamás libere a los rehenes y que Israel permita el paso de ayuda humanitaria al enclave palestino. En una rueda de prensa conjunta posterior al encuentro con el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri, Guterres reclamó estos dos puntos para rebajar los efectos de la guerra y garantizar la protección de los civiles que, desde hace trece días, sufren los bombardeos continuos del Ejército israelí como represalia al ataque que lanzó Hamás el pasado 7 de octubre. “Estoy en Egipto para poder brindar apoyo masivo al pueblo de Gaza”, dijo Guterres, quien se mostró contundente con el deber de respetar el Derecho humanitario porque “la protección de los civiles es imprescindible”, de la misma forma que recordó que “cualquier ataque a hospitales, escuelas o instalaciones está prohibido”.