Esta mañana, Rusia lanzó un importante ataque contra múltiples regiones de Ucrania utilizando misiles y drones, lo que provocó víctimas y grandes daños, en particular a la infraestructura energética.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, informó que cerca de 90 misiles y más de 60 drones Shahed apuntaban a centrales eléctricas, líneas de transmisión, una planta hidroeléctrica y edificios residenciales.

El ministro ucraniano de Energía, German Galushchenko, lo describió como el mayor ataque reciente al sector energético ucraniano por parte de Rusia, cuyo objetivo no sólo es causar daño sino también provocar un colapso a gran escala del sistema energético del país. Se informaron cortes de energía en varias regiones, incluida la ciudad nororiental de Kharkiv, y la mayor planta hidroeléctrica de la región de Zaporizhzhia resultó afectada, lo que generó preocupación por posibles desastres ecológicos.

Ucrania depende ahora de las importaciones de electricidad de los países vecinos para mantener el suministro. Las defensas ucranianas lograron destruir una cantidad significativa de drones y misiles lanzados por Rusia, pero el ataque pone de relieve la vulnerabilidad del país al armamento ruso sofisticado, particularmente misiles balísticos e hipersónicos.