A medida que la tormenta tropical Franklin se acerca a la isla Hispaniola, las gobernaciones de las provincias orientales del país han iniciado un conjunto de medidas de precaución y coordinación para abordar posibles impactos desfavorables.

La coordinación interinstitucional efectiva y la implementación de niveles de alerta son cruciales para salvaguardar el bienestar y los activos de los ciudadanos frente a eventos climáticos potencialmente peligrosos.

Niveles de alerta y medidas correspondientes

Alerta Verde (Preparación): Las autoridades han activado el nivel de alerta verde en las provincias orientales.

Durante esta fase, se están tomando medidas preparatorias y se están realizando reuniones de coordinación entre las gobernaciones y los Comités Provinciales para la Prevención y Mitigación de Desastres. Adicionalmente, se hace un llamado a la ciudadanía a extremar la cautela y permanecer atentos a las notificaciones oficiales.

Acciones recomendadas

Organización de reuniones para fomentar la colaboración entre los órganos gubernamentales y las agencias responsables.
Inspecciones de albergues y refugios para garantizar la disponibilidad y capacidad operativa.
Comunicación proactiva a través de megafonía y medios de comunicación para educar a la población sobre los protocolos de seguridad.
Limpieza de sistemas de drenaje y cursos de agua para evitar inundaciones en áreas urbanas y vulnerables.
Seguimiento continuo de las previsiones meteorológicas y seguimiento de la trayectoria de la tormenta.

Alerta Amarilla (Precaución): Si la tormenta se intensifica y se anticipa un impacto más directo en las provincias del este, el nivel de alerta podría elevarse a amarillo.

En este escenario, se intensificarán las medidas preparatorias y se promulgarán iniciativas adicionales para garantizar la seguridad pública.

Medidas a implementar

Fortalecimiento de los mecanismos de coordinación entre las autoridades y los organismos de respuesta.
Intensificación de inspecciones en albergues y albergues para verificar su capacidad y abastecimiento.
Comunicación mejorada con el público sobre la progresión de la tormenta y las medidas de seguridad recomendadas.
Preparación de equipos de respuesta rápida y recursos de emergencia para un posible despliegue.
Seguimiento y evaluación permanente de la situación meteorológica y sus posibles consecuencias.

Alerta roja (emergencia): si la tormenta representa una amenaza grave y la situación se vuelve crítica, el nivel de alerta podría escalar a rojo. Esta fase exige la activación total de los planes de emergencia y la movilización de recursos para hacer frente a los impactos adversos.

Acciones a tomar

Activación de equipos de respuesta a emergencias y mano de obra.
Evacuación de zonas de alto riesgo y traslado de la población a albergues designados.
Aplicación de medidas de seguridad y gestión del tráfico para prevenir accidentes y asegurar el movimiento de los equipos de respuesta.
Estrecha colaboración con instituciones sanitarias, servicios de emergencia y organizaciones de ayuda humanitaria.
Vigilancia continua de la situación y actualizaciones periódicas al público a través de los canales de los medios oficiales.

Las medidas de anticipación, la coordinación efectiva y la comunicación transparente entre las autoridades y los ciudadanos son fundamentales para mitigar los efectos adversos de eventos climáticos como la tormenta Franklin.

A medida que se acerca la tormenta, es imperativo que los ciudadanos cumplan con las instrucciones oficiales y estén preparados para tomar medidas si es necesario.