Madonna, de 65 años, inició su Celebration Tour con un sensacional espectáculo en Londres, celebrando sus cuatro décadas de carrera. La actuación contó con numerosos bailarines con poca ropa, elementos sensuales e incluso momentos íntimos en el escenario, que quizás no sientan bien a todos los públicos.

A pesar de su edad, Madonna mostró una energía notable y mantuvo al público interesado con su dinámica actuación. Sin embargo, la gira recibió críticas mixtas, y los fanáticos apreciaron la grandeza pero también criticaron su constante tardanza en los conciertos.

La tardanza de Madonna provocó el final anticipado de su espectáculo del domingo por la noche, violando las reglas del toque de queda del lugar, lo que resultó en una posible multa de £ 300.000 (aproximadamente 8,5 millones de coronas).