Ginebra. Los niños, los recién nacidos y las mujeres embarazadas se encuentran entre los más vulnerables a los efectos del cambio climático, pero a menudo se les pasa por alto en los esfuerzos para prevenir y combatir el calentamiento global, advirtieron tres organizaciones de la ONU, pidiendo atención urgente. La Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU) emitieron un llamamiento de cara a la próxima conferencia anual sobre cambio climático (COP28) en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) del 30 de noviembre al 12 de enero.

Las tres organizaciones lamentan que a menudo se subestimen los efectos de la crisis climática en las mujeres embarazadas y los niños y que pocos países los mencionen en los planes de preparación para la crisis climática. «El calentamiento global es una amenaza existencial para todos nosotros, pero las mujeres embarazadas, los bebés y los niños enfrentan algunas de las peores consecuencias», dijo Bruce Aylward, subdirector de cobertura sanitaria universal de la OMS. El cambio climático es una amenaza existencial para todos nosotros. Para las mujeres y sus hijos, el peligro comienza durante el embarazo, ya que eventos como las olas de calor aumentan el riesgo de complicaciones en el parto, incluidos abortos espontáneos, nacimientos prematuros y muerte del bebé o de la madre después del nacimiento. Las agencias lo recuerdan. En su llamamiento, recordaron que muchas mujeres embarazadas en los países en desarrollo se dedican a la agricultura y a otros trabajos que las exponen a una exposición excesiva a altas temperaturas, aumentando el riesgo para su salud y la de sus hijos.

Después del nacimiento, los recién nacidos son muy sensibles a los efectos del calor, ya que dependen de otros para alimentarse, refrescarse e incluso refugiarse en la sombra, lo que los hace particularmente vulnerables al calor y otros riesgos asociados con el calentamiento global. Por lo tanto, el calentamiento global está asociado con una mayor mortalidad infantil, incluidas enfermedades respiratorias y varias enfermedades bacterianas y virales que también aumentan con temperaturas generalmente más altas, como el cólera, la malaria o el dengue. «El cambio climático a menudo ignora el hecho de que los cuerpos y las mentes de los niños son particularmente vulnerables a la contaminación, las enfermedades mortales y las condiciones climáticas extremas», afirmó el Director Adjunto de UNICEF, Omar Abdi. Autoridades pertinentes piden medidas preventivas

El llamamiento de la agencia de la ONU reitera exigencias comunes, como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero o financiar programas para mitigar los efectos del calentamiento global, pero también pide medidas especiales adaptadas a las necesidades de los niños y las mujeres embarazadas. También piden más investigación sobre las consecuencias específicas para la salud de la crisis climática para estos grupos vulnerables.