El secretario de Estado, Roberto Álvarez, acogió con beneplácito el consejo del Departamento de Estado de EE. UU. a sus ciudadanos de abandonar Haití, y señaló la gravedad de la inseguridad en el atribulado país.

Además, EE. UU. ha pedido a sus ciudadanos que no viajen al país debido a la violencia de pandillas y agregó otra orden para que todos los dependientes de funcionarios estadounidenses y empleados «no esenciales» abandonen el país. «Esta es una decisión del gobierno de Estados Unidos», dijo Álvarez, y agregó que «todo país tiene el derecho soberano de tomar las decisiones que considere importantes para sus ciudadanos».

Al referirse a la caótica situación en Haití, el canciller afirmó que “desde hace un año y medio, el gobierno dominicano ha tratado de hacer un llamado a la comunidad internacional para ayudar a la policía haitiana a luchar contra los grupos y organizaciones criminales”. Álvarez también recordó que la mayor parte del territorio haitiano está controlado por bandas criminales que aterrorizan a la población.
Asimismo, dijo, “si hay alguna información implícita (en las órdenes de salida de los ciudadanos), Estados Unidos debería reportarla”.