Ana Lee Florimón, jueza del Segundo Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional, ha denunciado públicamente la persecución que ella y su familia han enfrentado desde que fueron asignadas al caso Operación Calamar.

Reveló que fueron seguidos por individuos en un automóvil blanco, lo que se hizo evidente durante una audiencia reciente. A pesar de esto, se mantiene firme en su compromiso de defender la justicia y mantener la integridad en su vida profesional y personal.

Florimón destacó los desafíos que enfrentan los jueces que muchas veces se convierten en blanco de ataques, especialmente cuando respetan los estándares legales.

Enfatizó que a pesar de los intentos de desacreditarla, ella sigue dedicada a garantizar un proceso legal justo y equitativo. Además, rechazó todas las acusaciones y críticas formuladas en su contra por el Ministerio Público, afirmando que su tribunal ha operado consistentemente dentro de los límites de la ley.