La tormenta Franklin provocó inundaciones generalizadas en todo el territorio dominicano, lo que llevó a muchos ciudadanos a tratar las zonas inundadas como piscinas improvisadas.

Niños y adultos de diversos puntos de la ciudad capital, desde la zona de Haina en la provincia de San Cristóbal, hasta regiones del sur del país, como Barahona, aprovecharon para bañarse en medio del flujo de agua contaminada.

Numerosos videos aparecieron en las redes sociales, mostrando una mezcla de emoción y diversión que a veces rayaba en la imprudencia. Algunas personas fueron vistas saltando al agua desde los segundos pisos de las casas, mientras que otras nadaban en las sucias aguas de la inundación.

A pesar de las advertencias y llamados a la precaución de las autoridades, un número significativo de personas optó por ignorar el consejo y no permaneció en sus hogares ni buscó lugares más seguros.

Propagación anticipada de enfermedades
Los expertos ahora emiten advertencias sobre la posible propagación de diversas enfermedades virales, lo que llevó al Ministerio de Salud Pública a emitir una alerta epidemiológica.

Entre las enfermedades que podrían propagarse se encuentran el dengue, la leptospirosis, así como infecciones de ojos y oídos, entre otras.

Pablo Smester, especialista en medicina de urgencias especializado en respuestas sanitarias a desastres naturales, comparte las mismas preocupaciones. Señala que es probable que surjan enfermedades de la piel debido al agua contaminada, ya que su composición es incierta debido a la presencia de una cantidad importante de escombros y basura.