La meta del gobierno de lograr un 25% de suministro de «energía limpia» para el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) para 2025 parece ser un esfuerzo desafiante, como se destaca en un informe del Ministerio de Economía.

En 2022, el aporte de las energías renovables al mix energético ascendió al 10,4%, impulsado por la integración de nuevos proyectos energéticos que apuntan a ampliar la matriz de generación. A pesar de este progreso, el informe indica que alcanzar la deseada marca del 25% para 2025 puede resultar difícil debido a la tasa de crecimiento gradual de las energías renovables, que es apenas del 1,3%.

Además, la incorporación de sistemas de almacenamiento en las plantas de generación exige una inversión de capital adicional, ampliando así el cronograma de consecución. Estos conocimientos se presentan en el Monitor Energético de julio de 2023, emitido por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD).

El informe subraya la importancia del almacenamiento de energía para mitigar los desafíos que plantea la generación intermitente a partir de fuentes renovables. Subraya que el almacenamiento, particularmente en forma de baterías, no sólo ayuda a mantener una frecuencia constante sino que también facilita el envío de generadores impulsados por motores de combustión interna.

Cabe destacar que el aporte energético combinado de fuentes eólicas y solares (3.590 GWh) ha superado al de las centrales hidroeléctricas (2.720 GWh), como destaca el informe del Ministerio de Economía.

La necesidad de integrar soluciones de almacenamiento, como baterías, es crucial para aprovechar la generación máxima de proyectos renovables y garantizar un suministro de energía estable durante períodos de baja radiación solar o actividad eólica. Sin embargo, este requisito se traduce en una mayor inversión, tanto en proyectos en curso como en infraestructura existente.

El informe describe un cambio en el enfoque para el despliegue de parques solares y eólicos. Estas instalaciones ahora están ubicadas estratégicamente donde las condiciones óptimas lo permitan, en lugar de estar restringidas a ubicaciones específicas basadas únicamente en la disponibilidad de recursos naturales. Sin embargo, este cambio conlleva sus propios desafíos, ya que se requiere una planificación adecuada para garantizar la conectividad con los puntos de consumo y la red de transmisión.

A la luz de estos acontecimientos, la expansión de la red de transmisión se vuelve imperativa para satisfacer la creciente demanda y la capacidad de nueva generación, incluidas las fuentes renovables, y al mismo tiempo acomodar reservas para garantizar un suministro de energía estable.