La guerra en Ucrania ha cumplido dos años, marcada por la continua ofensiva de Rusia en varios frentes, mientras Ucrania lidia con la falta de armamento occidental y experimenta cambios de liderazgo dentro de su ejército. A pesar de los éxitos iniciales del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, las perspectivas actuales para Kiev son inciertas, ya que opta por una estrategia de «defensa estratégica» contra la superioridad militar rusa.

Las fuerzas rusas han logrado avances significativos en la región de Donbas, particularmente en la captura de ciudades clave como Marinka y Avdivka.

La retirada de Ucrania de Avdivka significa una decisión estratégica para minimizar las bajas, mientras que el presidente Zelensky enfatiza el costo para el ejército ruso. Sin embargo, el presidente ruso Vladimir Putin afirma haber ganado para reforzar su candidatura a la reelección.

En medio de estos desafíos, Ucrania ha logrado debilitar a la Armada rusa mediante ataques selectivos, pero la incertidumbre se cierne sobre la continuación de la ayuda militar estadounidense debido a obstáculos políticos en Washington.

El reciente reemplazo del jefe del ejército ucraniano aumenta la incertidumbre, con dudas sobre cambios significativos en la estrategia militar sin un mayor apoyo occidental.