Las severas condiciones climáticas, incluidas fuertes lluvias, nieve y frío extremo, han causado caos en Europa, particularmente en Europa occidental y los países nórdicos. Al menos seis personas han muerto y hay interrupciones en el transporte, cortes de energía y cierres de escuelas. Se espera que la tormenta persista hasta el fin de semana, con temperaturas descendiendo incluso en zonas del sur como España. Entre las víctimas se encuentran los afectados por las inundaciones en Francia, un niño de 12 años y su madre en Suecia debido a una avalancha, y otros en los Países Bajos, el Reino Unido y Bélgica.

Varios países europeos, incluidos Francia, Alemania, el Reino Unido, Suecia, Finlandia y Dinamarca, se ven significativamente afectados. Suecia se enfrenta a mil personas varadas en las carreteras y a miles sin electricidad, con temperaturas que bajan a -38 grados. En Laponia las temperaturas alcanzaron los 43,6 grados bajo cero. La Laponia finlandesa registró su temperatura más baja en diez años con 42,7 grados bajo cero. Dinamarca experimentó fuertes nevadas y en Svendborg cayó una lluvia récord de 59 milímetros en un día. Francia ha emitido alertas rojas por inundaciones, con evacuaciones y efectos importantes en las comunidades.

El gobierno francés califica la situación como una «catástrofe climática», enfatizando los esfuerzos para cumplir las promesas hechas después de las inundaciones de noviembre. La Agencia Británica de Medio Ambiente tiene 271 alertas de inundaciones en Inglaterra. La Oficina Meteorológica emite una «alerta amarilla» por lluvias en Londres y el suroeste de Inglaterra. En general, el mal tiempo ha provocado condiciones de tráfico difíciles en las principales ciudades europeas, con múltiples alertas activas en varios países.