El vertedero municipal de La Vega, en Soto, lleva siete días consecutivos ardiendo debido a un incendio intencionado.

Los bomberos están luchando por controlar las llamas en medio de condiciones climáticas soleadas y ventosas, con la esperanza de que las lluvias ayuden a extinguir el fuego y reducir el humo. Sin embargo, los esfuerzos se ven obstaculizados por personas que continúan provocando nuevos incendios e impidiendo las operaciones de extinción.

La accesibilidad limitada a las zonas afectadas, los camiones que funcionan mal y las mangueras dañadas complican aún más la situación, dejando a los bomberos exhaustos. Varios bomberos han sido atendidos por asfixia y falta de oxígeno desde que comenzó el incendio.

El vertedero lleva dos décadas en funcionamiento y en él aún se depositan residuos del municipio de La Vega. Se ha llegado a un acuerdo para el vertido de residuos en el vertedero de Rafey tras el cierre del vertedero de Soto.

El alcalde de La Vega, Kelvin Cruz, condena el incendio provocado y acusa a los opositores políticos de orquestar estos actos destructivos.