La presencia de malaria en República Dominicana se atribuye a su clima tropical, lo que llevó a la detección de 140 casos de la enfermedad hasta mediados de julio, según informó la Dirección General de Epidemiología (Digepi).

Un caso reciente involucra a un hombre de 52 años de origen haitiano y nacionalidad estadounidense, quien actualmente se encuentra hospitalizado en Santo Domingo y en estado crítico. Llegó en un crucero a La Romana y luego fue trasladado a la capital debido a una neumonía y un derrame cerebral. Se reveló que había estado en Benin, África occidental, del 24 de junio al 18 de julio, y al regresar a EE. UU. abordó el crucero a República Dominicana el 27 del mes anterior. Síntomas como fiebre, disnea y convulsiones se notaron durante el viaje en bote.

La malaria es causada por el parásito plasmodium y se transmite a través de la picadura de mosquitos Anopheles infectados, lo que provoca síntomas como fiebre, vómitos y dolores de cabeza. La enfermedad generalmente se manifiesta con fiebre, sudoración y escalofríos alrededor de 10 a 15 días después de la picadura del mosquito.

Las provincias de Azua y San Juan de la Maguana tienen la mayor incidencia de malaria en el país, con 75 y 50 casos confirmados, respectivamente. Otras provincias como Hato Mayor, Santo Domingo y Elías Piña también reportaron algunos casos.

Se han realizado esfuerzos para erradicar la malaria en la República Dominicana, y el país ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por su progreso en la reducción de la incidencia de la enfermedad. En 2022 se registraron 336 casos, lo que acerca al país a lograr la eliminación de la malaria. Los expertos recomiendan medidas similares a las que se usan para prevenir el dengue, como clorar el agua, cubrir estanques y usar mosquiteros para dormir, para prevenir la transmisión de la malaria.